Nació en Jerez de la Frontera (Cádiz) y aunque en la actualidad esté plenamente dedicado al cante, también es un buen guitarrista. De hecho, ha acompañado en numerosas ocasiones a su hermano El Torta.

Es una de las más gratas sorpresas que ha deparado el flamenco jerezano de los últimos tiempos. Todos lo conocían en su faceta como guitarrista de acompañamiento pero un buen día decidió soltar la guitarra y ponerse a cantar. Lo primero fueron oportunidades para cantar al baile y estuvo un buen tiempo en la compañía de Antonio El Pipa y, luego, en otras como la de María del Mar Moreno, Andrés Peña, y María José Franco entre muchos otros.

Su voz lleva innata el eco y la jondura de una de las estirpes más añejas de nuestra ciudad.